jueves, 29 de diciembre de 2016

El origen

El fallo soy yo.
Soy yo la que decide abrir las puertas, bajar las barreras. Y no porque alguien se lo gane,  sino porque estoy deseando que alguien quiera ganárselo.

El fallo soy yo.
Soy la que habla por el tiempo. No es que me engañen, es que tengo un letrero en la cara que pone "usar, mentir y tirar".

Es hora de aprovechar el comienzo de año, ya que soy yo la que tiene que cambiar...
Se acabaron las falsas promesas. Las palabras vacías. Los "vale la pena". Quien quiera entrar, que derrumbe la barrera, no hay que darle la llave.

Año nuevo, actitud nueva.

viernes, 16 de diciembre de 2016

NOTA IMPORTANTE

y no lo olvides nunca: NO HABLES POR EL TIEMPO. ÉL DECIDE. ÉL ACIERTA.

¿Cómo sabes qué merece la pena?

¿Como diferenciar las batallas sin causa de las batallas con la que conseguirás la conquista mas deseada?

Dicen que el sentido común es el menos común de los sentidos. Esa voz que te susurra por dentro "no está bien", pero no sabes porqué.

Que verdad mas grande esa que dice que te tienes que querer para que los demas te quieran.

domingo, 4 de diciembre de 2016

MIEDO

A estar acelerando por encima del limite. A ir tan rapido y que llegue un momento que no podamos controlarlo.
Miedo a que, de repente, el bonito camino se convierta en un tramo sin asfalto y muchos baches.

lunes, 7 de noviembre de 2016

PELIGRO

Hace mucho que me hablaron de ti. Claro que sin saber quien eras.
Todos te conocían, y yo negaba que también, aunque sabia que estabas ahí.

Y llegaste. También haciendo que todos acertasen. Ni una semana para que dijera "quiero conocerte por dentro, y quiero que estes aqui a partir de ahora".

En medio mes has conseguido que diga lo que nunca pensé. Que mis defensas se derrumben a tu paso y yo misma te indique por donde puedes entrar. Y sin que hagas absolutamente nada.

Me das mucho miedo.

viernes, 5 de agosto de 2016

¡Esa soy yo!

La que habla por los codos. Que, con un hola, surge una conversación  de dos días.
La que dice lo que piensa sin preocuparse antes del que dirán, y claro, luego se muere de vergüenza.
La que hace el tonto para que los demás disfruten.

Procuro ayudar, soy sensible. Me afectan las criticas incluso de personas que no conozco.
Hay días que me miro en el espejo y digo "hoy tienes el guapo subido", y otros que no entiendes como he ligado en algún momento de mi vida.

Soy de las que lloran con las pelis de acción. Y lo pasa mal cuando su serie se termina. Me encariño hasta de una mosca. Me sudan las manos cuando me pongo nerviosa y tartamudeo bastante. Me obsesiono rápido. Y soy cabezona, mucho. Si no tengo la razón, demostrádmelo al 120% y te daré la razón.

ASI SOY. PARA BIEN Y PARA MAL. Y con quien no sea así, es que no tiene que caminar conmigo.

Cierra los ojos y pide un deseo

Yo también quiero un amor eterno.
Una persona con la que sienta las mismas mariposas que la primera vez que la vi. Esa conexión.
Ese "no se lo que me gusta de él" que significa todo.
Yo también quiero que llegue esa persona. Esa que de sentido a que todas las demás se fueran.
Ese alguien que después de discutir no aguante ni un día así porque me echa de menos.  Con quien decir, "te acuerdas cuando pasó tal cosa hace 10 años?" Porque lleváis mil aventuras compartidas.


Dicen que son sueños de princesas. Supongo que porque en la vida real eso le pasa a muy pocas personas.
Dicen que esa persona llegará... Pero... ¿Dónde estas?

jueves, 28 de julio de 2016

Abrir la puerta y que salga todo lo que estaba comprimido

Hasta que no decimos las cosas en alto, no las tomamos como realidad.

En algunos momentos, cuando todo estaba en el fondo, he reconocido por un instante de donde viene todo. Es el momento de alargar ese instante, de dejar todo fuera. Y como en toda historia fantástica, todo empezó como si nada:


Hace 10 años, en una noche de verano, (como cualquier otra), estaba en la placita sentados en un banco. De repente, sonó la puerta de la urbanización. Sonaba mucho jaleo. Y de repente, apareció: un chico, con un pendiente en la oreja y una bici a cuestas, con una tropa detrás. 
"Somos de la urbanización de enfrente y venimos a conocer gente" nos decía. Y no sé qué más nos contó, porque no podia parar de mirarle. 
Andamos por la urbanización. Fue la primera vez que bajé la mirada e hice un chequeo a un chico. "Que culo tiene" fue lo que se me pasó por la cabeza.
Cuando ya se fue, todos decían que vaya chaval, que "cani". Pero yo no hablaba, a mi me habia encantado.

Una noche, comiendo unas pipas, fue la noche que marcaría mi vida para siempre.

El siguiente momento, también otra noche como cualquier otra, suena el timbre. "Un amigo de tu hija ha vaciado extintores", eso le dijeron a mi padre. Y su defensa fue " ¿Como voy a hacer eso? si hay un incendio seria un peligro" seguido de una sonrisa. No una sonrisa cualquiera, sino LA sonrisa, la que hizo que me enamorara.

Y desde ese día hasta 8 años después, pasaron muchos, pero ninguno consiguió que mis manos dejaran de sudar cuando aparecía, ni que no pensara en él durante 3 días solo por decir hola por internet. 

Porque si, el mundo se paraba cuando él daba señales. Dicen que la distancia hace el olvido, pero viviendo a 300 km y solo viéndole 2 meses al año, no conseguí sacarle de mi.

Viví mis momentos con él. Engaños y desengaños, amor, besos con un sabor que nunca he vuelto a repetir, y no por lo bien que fuera, sino por los labios de los que venían; mentiras; verle con todas, hasta co mi mejor amiga.
Lloré, fantasee... 8 años dan para mucho.

7 años después llegó el momento: la máxima unión que puedes tener físicamente con alguien. "Es solo una aventura de una noche, no puede volver a entrar y dejar todo revuelto porque se va a marchar", juro que lo conseguí, conseguí estando enamorada de él no sucumbir a esperar más que una noche mágica. Quizás fue eso lo que hizo que fuera él quien quisiera siempre una noche más.
No fue hasta la tercera noche durmiendo juntos cuando decidí dar el paso. Sabía que esa noche sería la mejor noche de mi vida. Qué equivocada estaba.  
Conseguí tomarmelo como una aventura que se acabaría cuando saliera el sol. Pero salia el sol, y tu podías verle con otras y estar con otros sin que doliese. Erais cómplices. Ibas con la manada, como uno más, y nadie notaba que no eras como uno de ellos. Estaban agusto contigo, todos y cada uno de ellos, sus amigos.

De una noche vino otra, y otra más. Y las noches de verano empezaron a ser más frias, Septiembre ya llegaba y era hora de despedirse. Un abrazo, y ya vamos hablando.

Vuelta a la realidad. No había ninguna lágrima. Sabía que ya estaría con otras tres y como si nada. Pero no me importaba. Le conocía y le queria tal y como era. Y lo asumía, porque sabia los pasos que debía seguir para no llorar: no hablar, no buscarle en todos lados, no pensar en él.

Y también lo estaba consiguiendo. Quizás por eso era él quien venia. Quien se enfadaba porque no le habia contado algo. 
Una vez más, como si nada, el hablar de vez en cuando se convirtió en hablar diariamente. Él se había echado novia, y yo me alegraba de corazón. Era mi amigo, y pasara lo que pasara le seguiria queriendo siempre.

"Quiero hablar mas contigo, no me dejes de responder", esa era su respuesta cuando le decía que no queria molestarle si andaba por ahí con alguien o alguna. 

Él vino a verme. Fue un fin de semana perfecto. Un 11 sobre 10. 
Y luego tocó al revés. Una escapada, donde nadie nos viera.  Velas, vino, una caja llena con todo lo que alguna vez le pedí. Dicen que la perfección no existe, pero están muy equivocados. Él prefería un finde contigo a solas que con su novia. Y a mi no me importaba, porque era mi momento y nadie me lo iba a robar.

De aquí pasamos a una declaración: "Voy a dejar a mi novia, porque aunque no estes aqui eres tu con quien quiero estar, y se que aunque siga con ella vas a seguir ahí".  Por una vez, parecía que el chico decia "no quiero" para quedarse con la otra.

Yo no quería, eso era mucho más de lo que estaba preparada, pero, como él me enseñó, lo vivido se queda en la piel.
Llamadas diarias, colgados de un teléfono horas y horas. Sin faltar la sinceridad. Él sabia que yo no podria confiar en él. Y él veia una complicidad con la que veía futuro. Las buenas noches se convirtieron en skype hasta que uno se quedara dormido. La pelea por conseguir despertarte primero para desearle los buenos días al otro.

¡Dios! La realidad estaba superando los sueños de 8 años. 

Pasan 2 meses así, los dos meses más magicos de mi vida. Y llega navidad. Sigo sin confiar en él, y a la mínima se lo que esta haciendo. Y lo ha estropeado.  Y se acaba, sin que tenga la dignidad de reconocer que le he pillado.

Y se rompe la burbuja,suena crash, y su altar se ha roto. Se acabó lo que siempre quise. ¡AL FIN! Se acabaron las manos sudadas, que el mundo se pare porque él suspire.

"Ahora puedo empezar de verdad, querer de verdad a otro chico" pensé tras recuperarme, pero nunca del todo, ya que esa parte de mi no sigue, y ahora todo es diferente: Mi amor propio, mi confianza... 

Nadie termina de convencerme. No llega nadie que haga que me suden las manos. Las cosas funcionan hasta que alguno se enamora. Y ese alguno nunca soy yo.
Ya van 3 años, y no he vuelto a sentir ese cosquilleo. He fantaseado con que otro me hiciera sentir algo igual. Y ha parecido a veces que si, pero en apariencias quedó. Y cada día tengo mas seguro que nos enamoramos una vez en la vida, y yo me enamoré de la persona equivocada.

Porque siempre le querré. Pero no sigo enamorada de él. 

No se puede dejar de querer a alguien que ha sido tú todo, a pesar que no fuera reciproco. Pero no se puede estar enamorada de quien se llevo tu autoconfianza, tu forma de ver la vida, quien se llevó el pensar que puedes ofrecer mucho al mundo.


viernes, 22 de julio de 2016

Se trata de conceptos

Es irónico. Cuando tienes interés en alguien, mides cada palabra, cada gesto, cada momento, para intentar sorprender a esa persona, conseguir que tenga el mismo interés en ti.

Por otro lado, cuando conocemos a gente que va directa a la friendzone, que por física, química o ambos no son para nosotros.
Nos comportamos de forma espontánea, sin pensarlo, sin contar hasta 3.

Y es lo que pasa, que ninguno te ve como tú les ves. Cuando eres espontánea vas calando, como los besos que calan hasta los huesos don esos besos que no hemos dado.

Y así llegamos a la cadena continua, de mirar al de delante e ignorar al de detrás, y asi todo el tiempo.

sábado, 18 de junio de 2016

Tengo mis días mejores y mis días peores, pero se en el fondo de donde viene todo.
No es que huya o "no me conforme" con tal o cual.
Necesito a alguien que me haga sentir grande, alguien a quien mirarle a los ojos y ver que se muere por mi tanto como yo por él.
Se que no acierto. Que he tenido ambas situaciones pero no juntas. Se que ese alguien mio, si existe, no tiene que ser alto o bajo, rubio o moreno.
Tiene que ser alguien con quien vuelva a sentirme pequeña y a la vez gigante. Con quien me sude las manos en cuanto le vea cruzar la esquina, y no saber que decir ni que hacer, no porque me imponga, sino porque le quiero tanto que eso me pone nerviosa.

Lo bueno? Se lo que se siente. Lo malo? Dicen que eso solo se siente una vez en la vida, y yo lo sentí con la persona equivocada.

Estoy cansada de cosas que no avanzan, pero no soy capaz de querer que alguna vez avance, porque no me sudan las manos cuando se que le voy a ver.

Y hasta que no me pase eso, se que estaré entreteniendo al tiempo porque no es "lo que me imagino en 10 años"

viernes, 3 de junio de 2016

si vas un paso por delante, al final desapareces

Es la cadena.
Como monos, que quieren al de delante, y así sucesivamente.
Porque quererse a distinto nivel, hace que uno se sienta muy solo.

domingo, 14 de febrero de 2016

Cuando mirar para otro lado no es suficiente

Cuando va cayendo gota a gota en el vaso, vamos pensando que no pasa nada, que podemos sostener el vaso y parece que ni se nota. Poco a poco va llenándose, desde distintas botellas, pero siempre al mismo vaso.
Botellas que se han llenado del mismo lado: la decepción.

Los de aquí, que ya no son tan amigos como pensabas que eran, o al menos para ti ya no es igual.
Los de allí, porque antes estaban aquí y cada vez están mas lejos.
Los que siempre estuvieron, que acabaron marchando.
Los que van llegando, que vienen con rosas, pero debajo del papel de regalo vienen los pinchos para ver que tan fuerte eres.

Y se junta todo, en ti. La esperanza es lo ultimo que se pierde, y también nos queda ilusión.

Vamos a volver a sentir el verano, seguro que nos sienta genial!
Vamos a emprender proyectos nuevos, seguro que es genial!
Vamos a cumplir el sueño de tantísimos años, seguro que es genial!
Vamos a estar los nuevos, seguro que es genial!
Vamos a estar los de siempre, por fin todos juntos!

Pero no. la sensación de vacío al llegar a casa sigue siendo la misma.