Siempre he querido ir a una fiesta de la espuma. Es una de esas cosas que marcas en tu lista de "cosas que hacer". Y ya he ido a una. Estuve una hora. Y desde entonces estoy deseando ir a otra.
Si me hubiera quedado mas tiempo hubiera empezado a tener frio y hubiera llegado a casa sin ganas de volver.
Pienso que lo bueno y breve, dos veces bueno.
Supongo que, lo mejor de todo, es no irse la última de la fiesta, así volverás con ganas de más.
Porque es mejor irse antes e irse con buen sabor de boca.