No poder imaginar todos los secretos que ha conocido esta playa. Y menos aun imaginar los que nos quedan por conocer juntos. La ilusión, ese cosquilleo cuando entra la brisa marina por la ventanilla. Algo que no se puede describir con palabras. Porque nosotros duramos. Porque es una familia más. Porque es mi hogar.
Querida Islantilla, no te cambiaría por nada. Mi paraíso.