lunes, 1 de julio de 2019

Cien palabras que no te diré


Igual eres como el tiempo, que igual que viene se va. Igual esto es un simple capítulo más de las mil y una historias de la vida. O igual, quien sabe, la vida nos sorprende. Es algo que el tiempo, tu y yo (que no nosotros) tendremos que negociar.

Hay muchas cosas que se escapan de mi, incluso saber si mañana mantengo estas palabras. Pero hay otras tantas de las que si puedo estar segura, porque están aquí y están ahora.

Sé que tengo mucho para dar, y quiero dártelo a ti. También sé que me merezco mucho que recibir y quiero que vengan de ti. No quiero pedirte nada, porque quiero que, antes de saber que las quiero, ya las tengas preparadas.

Quiero grandes noches y mejores amaneceres. Quiero días malos que se convierten en nada porque es el efecto que tiene tu presencia. Quiero ir al otro lado del mundo o ir debajo de las sabanas. Quiero noches de frío y lluvia y tardes calurosas.

Quiero estar. Quiero que estés. Quiero que estemos.
Quiero esto hoy, y quizás también mañana,
¿Y después? Después lo negociamos los tres.