domingo, 28 de junio de 2020

Idealizar sobre la marcha

Llegaste 5 minutos antes de mi salida del trabajo, y se te ocurrió parar un segundo a verme y darme la sorpresa, porque las ganas pueden con todo.
Y allí estabas, apoyado en mi coche como el que se ha parado un segundo como cualquier otro momento y no ha recorrido 400 km por la dueña de ese coche. Y así fue nuestro primer encuentro, con una mentira piadosa con finalidad sorpresa.

Y no me lo podía creer, ese que estaba en el coche es la única persona a la que el confinamiento me había acercado a la vez que alejado. Y estaba allí, con esa normalidad que se cargaba todos esos nervios, miedos e inseguridades. No pude hacer otra cosa que correr y abrazarte y besarte sin parar de sonreír. 

Solo un beso  y un abrazo y se acabaron los casi 3 meses y 400 km que nos separaban.


Después de comer me viniste a buscar, como si fuese un día más que hacíamos eso. Me volviste a abrazar y a besar, porque después de tanto, nunca es suficiente.  Y comenzamos nuestro primer día, el cual íbamos dispuestos a hacerlo inolvidable.

Llegamos al que sería nuestro hogar durante menos de 24 horas, porque ya sabemos que hogar nunca es un lugar. Esto iba a ser una guerra de sorpresas, en la que no habría heridos y solo ganadores. 

Un buen baño, música relajante y muchas velas. El tiempo parecía que se había parado y el mundo ahí fuera ya no importaba.

Lo habíamos conseguido, habíamos luchado y conseguido lo que tanto habíamos empezado a querer: que nuestra historia comenzase a escribirse.


Demasiado bonito para ser verdad, ¿Cierto?
Y tan cierto.


Esta historia no trae un buen principio, y tampoco un buen final.

Esta historia comienza con palabras que se contradicen con los hechos, con decisiones de dos tomados por uno.

Porque la bañera no se llenó, las velas no se encendieron y la música no sonó.

miércoles, 3 de junio de 2020

Ganarle la partida al miedo

Miedo habrá siempre, y se nos olvidará que somos opcion y no necesidad.

Pero hay que vencerlo, y querernos mas que lo que nos quieran los demás, para asi, no darle ese peso a esa persona.